Como ya
se ha podido ver en otros post anteriormente publicados, por las calle se
pueden ver multitud de mujeres con su burka o medio burka. Algunas de estas
mujeres van por la calle acompañadas de su marido y muchas de estas parejas se
pueden ver como la mujer va siempre detrás del marido a una distancia
prudencial.
El otro
día en uno de los pisos que visitamos (por desgracia seguimos sin encontrar
casa para alquilar) llegamos al portal junto con el propietario de la vivienda,
esta estaba cerrada y bajó una mujer a abrir el portal con la llave. Antes de
que pudiéramos verla, la mujer echo a correr escaleras arriba. Una vez en el
piso, vimos todas las estancias, hasta llegar a una de las habitaciones, hice
intención de entrar pero rápidamente el propietario se interpuso ante mí y me
impidió el paso. Aún así pude ver a dos mujeres en la penumbra ataviadas con
algo parecido a un burka, las dos mujeres estaban de cara a la pared para que
no las pudiéramos ver. A estas mujeres solo las puede ver el marido y la
familia, cuando salen a la calle por supuesto van tapadas hasta la cejas.
En lo
que se refiere a la religión, he comprobado que o te acostumbras o te
acostumbras.
Los
rezos musulmanes son cinco veces al día, empezando por el primero sobre las 5
de la mañana. Es decir, partiendo de la base que la ciudad esta llena de
mezquitas, unas pequeñas y otras gigantes, que todas estas mezquitas disponen
en su minarete de varios altavoces, uno por cada lado y que no hay ningún punto
de la ciudad en el que no se escuchen estos altavoces, no queda mas remedio que
acostumbrarse. Es como lo que se escucha en el siguiente montaje grabado con mi movil,
merece la pena verlo y escucharlo para hacerse una idea y comprender lo de “o
te acostumbras, o te acostumbras”. Esto lo escuchamos cinco veces al día desde cualquier punto de la ciudad.
Para
finalizar una anécdota curiosa que nos paso en el lugar de trabajo. Vinieron
unos técnicos locales (supongo que libios) a arreglar un tema eléctrico. Es
sabido que los musulmanes antes de rezo se lavan los pies hasta el tobillo, las
manos hasta el codo y el rostro y las
orejas, de pronto uno de ellos desapareció y mi
compañero fue a entrar al servicio y le pilló lavándose los pies en el lavabo. Algo
le dijo pero le dio lo mismo, al instante estaba en el pasillo sobre una
alfombra rezando y dándose cabezazos contra el suelo.
En
muchas cafeterías dejan de servir cuando se está escuchando el rezo por los
altavoces de las mezquitas, te puedes sentar y esperar pues hacen una parada técnica.
En
España cuando paramos en el trabajo solíamos decir “en todos los trabajos se fuma” aquí dirán
que “en todos los trabajos se reza”.
Rezos en la plaza de los Mártires |
as-salâmu 'Allahikum